para que el prepucio se vuelve retráctil.
No se requiere una retracción forzada para que esto ocurra y puede iniciar el círculo vicioso de desgarro y cicatrización, lo que puede conducir a una fimosis patológica.
En niños mayores de 4 años que no pueden retraer el prepucio y presentan síntomas con episodios de postitis o balanopostitis o abombamiento del prepucio al vaciar, una prueba de crema de betametasona (0,05 %) dos veces al día durante 1 a 2 meses permite la prepucio para retraerse en hasta el 90% de los niños.
Para aquellos refractarios al tratamiento con corticosteroides, está indicada una hendidura dorsal temporal, prepucioplastia (agrandamiento quirúrgico del anillo fimótico) o circuncisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario